La autopregunta consiste en una estrategia de gran ayuda en el proceso de aprendizaje, facilita la verificación de la información que vamos adquiriendo en las distintas etapas de formación. Realizarla de manera profunda, comprensiva y significativa incrementa las posibilidades de mejorar la eficacia en el estudio.
Conforme avance el proceso de estudio, el volumen de información aumenta, por ello, es fundamental cerciorarse de haber comprendido correctamente cada tema, ítem o párrafos que hayamos leído.
Su importancia radica en que empleándola es posible identificar los temas que hemos comprendido y aquellos que aún requieren de una lectura más profunda o un repaso exhaustivo.
El hecho de realizarnos preguntas conlleva a una especie de autoevaluación y por ende posibilita una valoración del conocimiento adquirido. A fin de poder formularlas y contestarlas es necesario contar previamente con conocimientos sobre el tema específico.
Fomentar esta estrategia entre los estudiantes ayuda a mejorar la comprensión lectora, fomentar la reflexibilidad, mejorar el vocabulario, la ortografía y profundizar el conocimiento.
Algunas formas de aplicar esta estrategia son las siguientes:
- Leer un párrafo detenidamente y preguntarse acerca de su contenido, luego explicarlo.
- Elaborar cinco preguntas generales sobre una lectura, y contestarlas de la manera más concisa posible.
- Realizar preguntas a partir de una palabra clave.
Se trata de una estrategia positiva para las funciones ejecutivas como lo son la atención, la memoria, la planificación y el lenguaje interno.
EN