La formación en línea es una metodología que se ha posicionado rápidamente en el ámbito educativo, originando nuevos paradigmas ante los rápidos avances y las constantes transformaciones de una sociedad cada vez más globalizada e hiperconectada.
Se fueron fortaleciendo innovadoras dinámicas de estudio de acuerdo a los requerimientos que van naciendo en las diferentes áreas. Esta modalidad se adapta al ritmo de vida actual de las personas, brindando mayor flexibilidad en relación al tiempo que se dispone para una formación continua, especialmente tratándose de profesionales que ya cuentan con responsabilidades definidas.
Las diferentes labores profesionales, actualmente exigen constantes actualizaciones, necesarias para mantenerse o incursionar en un nuevo mercado de trabajo. Al ser una modalidad que no tiene fronteras, permite mayor accesibilidad a programas de formación continua internacionales, otorgándole un valor diferenciador al currículo profesional de quien accede a ella, además de costos rentables en relación a lo que implica acudir presencialmente a un aula de clases.
Entre los principales motivos podemos destacar los siguientes:
Se integra fácilmente a la vida actual: cuando nos encontramos ya ejerciendo una profesión, hemos formado una familia, o simplemente contamos con múltiples actividades diarias, el hecho de asistir a un aula de clases puede parecernos poco compatibles con esas situaciones. Sin embargo, la virtualidad erradica esas barreras, adaptándose al estilo de vida tan vertiginoso que llevamos.
Se ajusta a la economía: implica una carga económica mucho menor, permitiendo mayor accesibilidad a quienes no pueden costear un programa de formación continua, que muchas veces se convierte en la principal barrera para aquellos que desean ampliar su formación.
Es compatible con el ritmo de vida actual: el ritmo de vida acelerado del mundo de hoy, ocasiona que constantemente nos encontremos ocupados, situación que dificulta que la educación sea una prioridad. Sin embargo, esta metodología brinda la posibilidad de administrar, en la medida de nuestras posibilidades, el horario para el estudio.
No exige desplazamiento: evita el traslado de un lugar a otro, por lo que el costo que se debería destinar a eso, significa un ahorro. Además, es posible optar por cursar programas académicos dictados por universidades procedentes de cualquier punto del mundo.
Permite al cursante centrarse en su carrera profesional: propone una amplia gama de programas que permiten obtener más habilidades, conocimientos y competencias, especialmente diseñados para esta modalidad.
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