La interactividad consiste en un proceso de comunicación y participación entre usuarios a través de diversas plataformas y herramientas tecnológicas. Se concreta de forma recíproca entre el estudiante, el sistema de aprendizaje y el material de estudio elegido. 

En la modalidad e-learning la interactividad implica el uso de elementos y estrategias estimulantes que ayudan a los cursantes a adquirir y ampliar sus conocimientos, así como, habilidades durante el proceso de aprendizaje.

Si bien, todo proceso de enseñanza-aprendizaje requiere una interacción entre estudiantes, docentes y materiales didácticos, en el e-Learning la interacción reúne otras características propias de este entorno educativo.  

La interactividad es clave para crear una sinergia entre la recepción y retención del contenido desarrollado, promoviendo la atención y concentración, mejorando así la experiencia del usuario. Posibilita un aprendizaje ágil y promueve una mejor actitud ante la asimilación de nuevos contenidos y la adquisición de competencias.

En comparación a otros procesos, es fundamental en la formación e-learning, teniendo en cuenta que permite a los docentes o tutores utilizar elementos y emplear estrategias que mejore y facilite el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Entre sus principales beneficios podemos indicar, que, promueve el uso de un contenido estructurado y ordenado, permitiendo, a su vez, un aprendizaje progresivo lógico. Los estudiantes pueden realizar ejercicios y actividades a su ritmo y capacidades, pudiendo volver al contenido para revisar la información, memorizar o repasarla de ser necesario. 

Las nuevas tecnologías en el área educativa han obligado a replantear la forma en que los estudiantes adquieren sus conocimientos, creando innovadores escenarios, entre ellos, el e-learning, convirtiéndolo en una de las modalidades clave y acorde a una sociedad cada vez más globalizada.

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