Realizar un correcto balance personal sobre el año que culmina, independientemente si lo consideras bueno o malo, puede resultar un significativo ejercicio para potenciar tu motivación y renovar el entusiasmo que te llevarán a enfocarte en los objetivos que no pudieron concretarse a lo largo del año que se despide.
Para llevarlo a cabo, debes tomarte un tiempo a solas, elegir un entorno agradable a fin de poder reflexionar y concentrarte en los puntos que deseas incluir en tu balance.
A continuación, compartimos algunos puntos claves que debes tener en cuenta. No olvides seleccionar tu color de tinta favorito y unas hojas para arrancar:
Describir los episodios más decisivos que te han sucedido durante el año que culmina, pueden ser aspectos positivos o negativos que te hayan dejado un aprendizaje, para ello, realiza un recorrido por todos los ámbitos de tu vida, a nivel personal y profesional.
Relata el año que culmina en un mínimo de 5 frases, por ejemplo, mi mayor logro ha sido, me siento agradecido/a por, mi lección más importante fue, mi decisión más acertada ha sido, etc.
Reflexiona sobre aquellos aspectos ante los que todavía tienes dificultad, como enojo, rabia, tristeza o angustia, una vez que los identifiques, escríbelos y menciona que puedes hacer al respecto, plantéate implementarlas poco a poco.
Rememora los mejores momentos que viviste durante este año, descríbelos detallando como te sentiste, donde estabas, con quién, el aroma en el ambiente, qué hacías y todos los detalles que te lleven a recordar esos momentos, puedes incluir fotografías o dibujos.
Cita tus metas logradas o desafíos que hayas superado, menciona al menos tres cosas que lograste, respondiendo a las siguientes preguntas: ¿qué hiciste para conseguirlas?, ¿quién o quiénes te ayudaron a lograrlas y cómo lo hicieron?, ¿qué enseñanza te han dejado?
Resume el año que termina en una frase, para ello define en una palabra la principal característica que ha tenido, sumado a tres adjetivos. En un pequeño mensaje da las gracias y despídete de este año.
Describe como te gustaría que sea el año que inicia, incluyendo nuevas metas, puedes replantear aquellos objetivos que no lograste concretar. También puedes citar las cosas que te generan ilusión o sueños que te gustaría alcanzar.
El último tramo del año es el momento propicio para hacer una pausa en el camino, analizar y revisar minuciosamente el rumbo en el que nos encontramos, identificar qué ajustes es necesario realizar o replantear nuestras metas, a fin de encaminarnos hacia todo aquello que nos proponemos lograr en el transcurso del año que se avecina.
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