Nos acercamos al final del 2022 y es necesario evaluar lo que hemos logrado durante el año que se despide y así poder sentirnos preparados para iniciar de la mejor manera el que llega.
Evaluar tanto el desempeño como los resultados obtenidos durante el año puede tornarse todo un desafío, por lo que será fundamental hacerlo con honestidad, reconociendo debilidades y fortalezas.
Para realizarla de manera adecuada se recomiendan los siguientes pasos:
- Encontrar el espacio y tiempo necesario a solas.
- Realizar una radiografía de la situación actual en el ámbito personal y profesional.
- Analizar si se ha adquirido habilidades y conocimientos nuevos en relación al ámbito profesional.
- Estructurar un plan de acción para el año que se avecina.
- Agendar un seguimiento para visualizar lo que se logra, puede ser mensual o trimestral.
Responder con sinceridad preguntas como ¿qué cosas nuevas aprendí?, ¿qué cosas hice por primera vez?, ¿qué descubrí que me gustó y quiero hacer más?, ¿cuál fue la parte más difícil del año y cómo puedo evitar que suceda nuevamente?, ¿qué aprendí de mí mismo?, ¿cómo reforcé mis valores?, serán de ayuda para estructurar una evaluación anual.
A partir de las respuestas será más sencillo planear un nuevo año, enfocado a otras metas y desafíos. Una evaluación anual es necesaria para acercarnos a mejores oportunidades y concretar nuevos objetivos.
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