La era digital ya es un hecho hace tiempo, pero ha cobrado mayor protagonismo a raíz de los últimos acontecimientos que han afectado a muchos países en el mundo. Las sociedades son cada vez más digitales y por ende requieren de ciudadanos dotados de conocimientos en entornos tecnológicos.
Gran parte de las actividades cotidianas de una persona se realizan por medio de la utilización de recursos digitales, entre ellas: comprar, aprender, enseñar, trabajar, informarse y entretenerse. Así también, las indicaciones médicas se realizan de forma virtual, evitando así el contagio entre paciente, especialista y otros.
Las competencias digitales suponen un conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y estrategias necesarias para la utilización de los medios digitales y de las tecnologías de información y comunicación, además del uso crítico y seguro de las mismas.
Estas competencias son claves hacia el nuevo rumbo al cual se dirigen los diferentes ámbitos, en respuesta a las nuevas exigencias, las mismas giran en torno a cinco áreas principales:
- La información, alfabetización informacional y el tratamiento de datos.
- La comunicación y colaboración.
- La creación de contenido digital.
- La seguridad.
- La resolución de problemas.
Se podría decir que la transformación cultural está estrechamente relacionada a la transformación digital que actualmente se produce en la mayoría de las sociedades. Esta transformación no solo se refiere a la introducción de la tecnología, también implica la adquisición de hábitos, actitudes, competencias, nuevas formas de trabajar, aprender y relacionarse de una persona.
La digitalización es capaz de transformar todos los sectores productivos e inclusive es una significativa herramienta para reducir el impacto de la crisis económica, apoyada en una enorme transformación en los aspectos que atañen a la formación profesional, de modo a que estas puedan dar una rápida respuesta a las necesidades que plantea el mercado laboral en sus principales áreas.
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