En un mundo empresarial exigente y en constante transformación, los profesionales deben necesariamente contar con habilidades específicas que los diferencien de otros y que en una selección lleven mayor peso.
Además de una formación académica de grado y postgrado, se requieren de otras capacidades para sobresalir en un ámbito competitivo, como lo es el mundo laboral de hoy.
Las habilidades se pueden clasificar en tres tipos, personales, profesionales y sociales. Si bien, en la mayoría de los casos se considera como habilidad a los talentos innatos y naturales de una persona, muchas de ellas pueden ser aprendidas o perfeccionadas a partir de un entrenamiento constante.
Los avances tecnológicos plantean nuevas herramientas que a su vez propician significativos cambios, a los cuales los profesionales se deben ir adaptando a fin de mantenerse vigentes y aptos para el desarrollo de actividades o el desempeño de cargos específicos.
Entre las habilidades más demandadas actualmente por las empresas se encuentran:
- Trabajo en equipo.
- Capacidad de adaptación al cambio.
- Rápida capacidad de ejecución.
- Creatividad e innovación.
- Formación continua.
- Competencia digital general.
- Gestión de información digital.
- Habilidad para trabajar con compañeros digitales.
- Resiliencia.
- Pensamiento crítico.
- Organización y optimización del tiempo.
Entonces, mayoritariamente las organizaciones y empresas apuntan sus búsquedas hacia perfiles integrales, con alta capacidad de adaptación a las nuevas dinámicas sociales y laborales que exige el ámbito laboral en la actualidad.