Se conoce como globalización al fenómeno que ocurre a través del incremento de la interconexión entre los diferentes países del mundo en lo que respecta a la economía, política, sociedad y tecnología.
Entre las principales influencias que genera se destacan la difusión del conocimiento y la tecnología, así como, modificaciones en el comportamiento de las personas. El avance tecnológico ha generado un sinfín de nuevas herramientas beneficiosas para la sociedad mundial en todos sus ámbitos, propiciando, a su vez, nuevos requerimientos. Ha logrado aumentar la eficiencia y la productividad, propiciando mayor innovación y competitividad, modificando la forma de comunicación, trabajo, entretenimiento, acceso a la información y servicios.
En ese sentido, la forma de liderar se ha tenido que transformar en un elemento global, de manera a responder a las nuevas necesidades, teniendo en cuenta la diversidad, experiencias, prácticas distintas y normas conductuales de las diferentes culturas.
El líder tiene como función gestionar un equipo o grupo de personas, influir en ellos y motivarlos a ejecutar un trabajo en conjunto y eficaz hacia la concreción de logros, metas y objetivos comunes. Actualmente debe hacerlo desde una perspectiva global y conforme a las nuevas metodologías adoptadas en el ámbito empresarial, social, laboral, de salud o estudio.
Todos los ámbitos en los que nos desenvolvemos habitualmente han evolucionado y van perfeccionándose, presentando nuevos escenarios ante los cuales nos vamos adaptando y desarrollando nuevas conductas.
La globalización avanza y a su vez lo hace la tecnología, considerada uno de los principales factores del aumento del ingreso y los niveles de vida, al propagarse de un país a otro propicia el crecimiento y desarrollo, especialmente en los menos desarrollados.
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